BIOGRAFÍA

Mostró inquietud por la prensa desde muy temprana edad

JOSÉ PONCE BERNAL

José Ponce Bernal fue un periodista español que vivió en el primer tercio del siglo XX. Nació en Huelva, el 20 de agosto de 1898. Hijo de un jornalero, José Ponce Zafra, y de una costurera, María Bernal Domínguez, su condición de único hijo varón lo colocó en el centro de atención de sus padres, que sabían leer y escribir –algo poco común en esa época-, y de sus tres hermanas.

Mostró inquietud por la prensa desde muy temprana edad. En varias de las fotografías que se conservan de su juventud aparece con un periódico entre las manos. Aunque no se le conocen estudios superiores, la lectura de su obra deja ver una formación sólida, gracias, según testimonios familiares, a su espíritu autodidacta y a una personalidad inquieta y curiosa.

Vivió, además, en el entorno de personas que desarrollaban en Huelva su actividad pedagógica y docente, como los profesores Florentino Martínez Torner, Ricardo Aldea o el destacado socialista Amós Sabrás Gurrea. Eran vidas ilustradas, profesionales de carreras diversas que animaron al futuro periodista y le ayudaron a seleccionar sus lecturas y a formar su intelecto. Comprometidos todos con ideales de izquierdas, influyeron, sin duda, en la evolución de su pensamiento y en la fijación de su posición política.

Desarrolló en Huelva la mayor parte de su carrera. Logró erigirse en líder destacado de la sociedad en los ámbitos periodístico, sindical y político.

Se inició en la profesión en las páginas de La Provincia como reportero deportivo en 1917, bajo el seudónimo Blanqui-Azul; y cuatro años después empezó a escribir sus primeras crónicas sociales. Durante este tiempo se implicó en el movimiento asociativo onubense (secretario, primero; vicepresidente, después, del Huelva Fútbol Club en 1919) y en el mundo sindical (secretario del Sindicato de Escritores en 1920; y secretario de la Federación Local Obrera en 1922).

Después formó parte de la redacción de El Defensor. En 1926 la Federación de la Prensa de España expidió su carné de periodista. El 1 de enero de 1927 Diario de Huelva le dio la bienvenida como redactor y en agosto lo nombró redactor-jefe, cargo que ocuparía hasta octubre de 1933. Aquí se recoge la mayor parte de su producción periodística. Colaboró también en otros periódicos como Madrid Sport o La Rábida, El Nuevo Régimen (órgano del PRDF) y en El Fraternal (órgano de la UGT y del PSOE).

Entretanto era miembro de la Asociación de la Prensa de Huelva, como vicepresidente (1928-30) y como vocal (1931-33). En 1928 constaba como miembro de la logia masónica onubense Cañavate, con el nombre simbólico de Bakunin.

En junio de 1931 fue elegido presidente del Partido Republicano Democrático Federal (PRDF) de Huelva, cargo que ocupó hasta diciembre de 1933 (en junio de este año fue elegido vicepresidente regional). Se presentó para diputado a cortes sin obtener los votos suficientes para ir a la segunda vuelta y dimitió al considerar la necesidad de una alianza con los socialistas que su comité no aprobó.

Tras su implicación en los sucesos revolucionarios de octubre de 1934, que lo mantuvieron siete meses preso, marchó a Madrid, donde lo sorprendió la guerra civil. Su mujer, María Bueno, y sus cuatro hijos, Felicidad, Helenio, Floreal y Amapola, ya no volvieron a verlo vivo.

Se afilió al PSOE y entró también en la Agrupación Socialista Madrileña y en la Agrupación Profesional de Periodistas.

Enviado por Claridad de corresponsal al frente sur, empezó a escribir sus crónicas de la guerra que, en la retaguardia y en el frente, le hicieron vivir episodios sobrecogedores, dramáticos.  

Con el tiempo estableció su domicilio en Andújar, donde entabló relaciones con Ana Expósito y nació Iliturgi.

La intensa labor de propaganda que realizó desde las páginas de Claridad, la completó ocupando un puesto en el Comisariado. Destinado en Ciudad Real empezó a escribir columnas de opinión en Avance, órgano del PSOE en esta provincia.

Su compromiso lo condujo a un trágico final. Terminada la guerra fue encarcelado en Almería y después en Madrid, donde lo torturaron hasta morir en septiembre de 1940. Cuatro años después de su muerte, el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo abrió causa contra él, que fue sobreseída al conocerse su condición de difunto.

Entra y sumérgete en la vida y la obra de este periodista que, como tantos otros, ha estado olvidado, silenciado y, desde luego, merece un lugar en el mundo.

ARCHIVOS

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Diario de Huelva, 11-09-1930
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