FELICIDAD MENDOZA PONCE
Soy la biógrafa de José Ponce Bernal, mi abuelo materno
Soy periodista, doctora por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuve, en febrero de 2016, un Sobresaliente Cum Laude con la tesis “Biografía personal, profesional, intelectual y política del periodista José Ponce Bernal (Huelva 1898 – Madrid 1940)”, dirigida por el doctor Agustín Martínez de las Heras. La Comisión del Consejo de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid resolvió otorgarme el Premio Extraordinario de Doctorado (Boletín Oficial de la Complutense, 21 de diciembre de 2017).
Soy, pues, la biógrafa de José Ponce Bernal. ¿Por qué me metí en semejante lío?
Cuando era pequeña descubrí husmeando en la mesilla de noche de mi madre una carpetita azul que contenía unas preciosas postales, de bella caligrafía, con preciosos y atractivos dibujos. Su lectura le cautivó. Eran cartas que dirigía mi abuelo a mi madre, siendo niña. Estaba en una prisión (Prisión Ingenio, qué nombre, ¿verdad? Después supe que un ingenio es una fábrica de azúcar) y ansiaba ver a su muñequilla linda, a la que decía querer más que a nada en el mundo. Leía y releía esas cartas tan emotivas, llenas de lirismo y que podrían encerrar mensajes ocultos para librar la censura, con cuyo sello estaban marcadas muchas de ellas.
Cuando hablaba con mi madre, no le sacaba mucha información, más allá de que había sido periodista, que había trabajado en un periódico en Huelva y en otro que se llamaba Claridad, que era un hombre inteligentísimo y que lo habían matado por ser de izquierdas.
Comprendí con la edad que el miedo que habían pasado en su casa con la represión tras la guerra civil había sumido a la familia en un silencio sepulcral en torno a la figura de su padre.
Pero con ocasión de estudiar periodismo en Madrid decidí indagar en su vida. Me fui a la Hemeroteca Municipal y busqué Claridad. Hasta que me topé con su firma.
Así pues, la investigación sobre José Ponce Bernal la inicié partiendo de una base documental muy escasa en la que manejaba unos cuantos datos biográficos y alguna documentación familiar: las maravillosas postales que guardaba mi madre como si de un tesoro se tratase, algunas fotografías, unos recortes de periódicos y algunos objetos de cestería fabricados por él era lo más que podía tener a mi alcance.
Acudí a las fuentes históricas, orales y hemerográficas de Huelva, Madrid, Barcelona, Salamanca, Ciudad Real, Valencia, Sevilla, Córdoba, Jaén y otras provincias, donde he manejado más de un millar de documentos, consultado una amplia bibliografía, explorado cientos de periódicos, entrevistado a decenas de personas, coetáneos o estudiosos en la materia… La prensa ha sido, no obstante, mi principal fuente de información.

Mi experiencia es única
¡Cuántas horas de trabajo en archivos y bibliotecas!
¡Cuántas horas de trabajo en archivos y bibliotecas, cuántas conversaciones con sus familiares y sus coetáneos, cuántos viajes y búsquedas, algunas infructuosas, otras absolutamente decisivas, cuántas horas ante las máquinas de microfilm, de búsquedas en la red, recorriendo con la mirada las hojas de los periódicos, leyendo artículos y buscando datos, referencias, localizando su nombre, siguiendo sus pasos, pensando, cuadrando, atando cabos… Cuántas preguntas y cuántas sorprendentes respuestas!
Mi experiencia es única, pero lo interesante es todo lo que ahora sé de él, todo lo que descubrí, haberlo sacado del anonimato, haberlo rescatado de la historia, para que no sufriera más la desgracia del desapercibido.
Aunque siempre he trabajado como periodista y me he entregado totalmente a mi profesión, mi objetivo vital ha sido investigar la vida de mi abuelo materno. Así que el lío ha sido morrocotudo, pero bendito lío porque he descubierto a un hombre extraordinario. No pudimos conocerlo, hablar con él, beber de su sabiduría, sentir sus abrazos, pero este trabajo que hice -y que sigo haciendo- sirve para rescatarlo, para contarle al mundo que existió y para que el mundo sepa quién fue el periodista e intelectual José Ponce Bernal.
DIFUSIÓN
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